Hoy no he ido a trabajar. Las últimas tres semanas han sido de echarle muchas horas al día al curro, para intentar ir sacando adelante los marrones que por diversos motivos han acabado encima de mi mesa y el viernes pasado al final todo ello ha pasado factura. Una gripe cachondona me ha pillado con las defensas bajas y ha decidido alojarse una temporadita en mi nariz y garganta.
He ido al hospital, no por que la cosa fuese seria, sino porque necesitaba la baja para poder quedarme en casa y al final hasta el jueves que viene no tendré que pasar por la oficina... aunque si que tendré que ir sacando algunos temas pendientes desde casa.
De todos modos este finde me he quedado en casa de unos amigos, que tienen unos trabajos un tanto liberales en lo que a horarios se refiere y es una autentica gozada levantarse a las 8:30 la mañana, encender el ordenador y ponerse un buen café mientras este arranca, sentarse en el sofá y mirar hacia la terraza, mientras Shanghai, a pesar de la bruma que hoy nos acompaña, entra por la cristalera y nos permite identificar algunos de los edificios más característicos de al ciudad.
A pesar del malestar y la congestión nasal, hoy me apetece aprovechar este tiempo ganado al horario laboral para escribir en el blog. La vista me relaja y me siento inspirado.
Saludos desde las alturas.